La primera aparición de Batman fue en el número 27 de la revista Detective Comics, acompañado de la famosa firma de Bob Kane con la letra O más grande. Todo un triunfo para uno de los grandes mentirosos de la historia del cómic.

Kane conoció en el colegio, de crío, al maestro Will Eisner, y bajo su paraguas empezó en el mundo del cómic. A inicios de 1939, el éxito de Superman hizo que la editorial National Publications (empresa embrionaria de DC Comics) buscara un superhéroe a la altura. B. Kane, se encargó de ello dibujando a Batman, un hombre con antifaz, alas rígidas y unas mallas rojas. Llamó a un coloborador Bill Finger, que hizo los cambios identificativos del Batman que todos conocemos: capa flexible, guantes, capucha con hueco para los ojos y orejas puntiagudas, traje en gris y negro. A los pocos días, Kane entró en National Publications con el boceto prometido y firmó un contrato en el que se aseguró los derechos de propiedad del personaje.

Finger guionizó la primera historia de Batman, oscureciendo su carácter, denominando al nuevo personaje como Bruce Wayne.

El asesinato de sus padres, la batcueva y el batmóvil, inventó al Joker, a Robin, Enigma, Catwoman, el Espantapájaros, al comisario Gordon. Bautizó Gotham City, ideó el apodo del Caballero Oscuro. Junto a Finger se fueron sumando guionistas y dibujantes, todos anónimos. Kane solo participó en el nacimiento de Dos Caras.

En 1965 se celebró en Nueva York la primera Comic-Con con profesionales. Y allí, invitado por expertos, apareció por primera y última vez en público Finger, que contó su historia. Kane contraatacó, y DC Comics le respaldó: estaban preparando la serie de televisión, no era el momento de levantar dudas sobre el mito de Kane. El nombre de Finger, que había dejado de escribir cómics en 1961 y se había dedicado a la televisión, se difuminó. Quedaría como guionista de dos capítulos de la serie de Batman, muriendo en Manhattan en 1974.

Todo hubiera quedado en el olvido, si un escritor, Marc Tyler Nobleman, fanático de la historia de superhéreos, cuenta que “El alma de Batman es Finger. Recuerda que Kane jamás escribió una historia”. Nobleman entrevistó a creadores amigos de Finger como Sinclair o la segunda esposa del guionista, encontró la grabación de una entrevista con él de 1972, hasta habló con el coescritor con el que Kane —que murió en 1998, convertido en el showman de Batman— hizo su biografía, y al que reconoció su fechoría.

Única heredera

Tras años de investigación, en 2012 Nobleman publicó sus descubrimientos en el libro Bill the Boy Wonder. El autor siguió con su lucha, pero DC , ahora parte de Time-Warner, se escudaba en el contrato de 1939 con Kane para no incluir a Finger. Batman ya no es un tebeo, sino el rostro de un imperio audiovisual, al que no se le conocieron herederos, hasta que Nobleman encontró a unos primos de Fred, que informaron que único hijo del creador, ya fallecido tenía una hija.

Athena Finger, que supo la historia de su abuelo, nunca supo dónde investigar, pero con el material de Nobleman, la nieta presionó a DC, y en 2013 empezó a participar en las Comic-Con para hablar de su abuelo. Finalmente Time-Warner cedió, y desde el estreno de Batman v Superman: el amanecer de la justicia (2016) el nombre de Finger sale junto al de Kane.

En pocas semanas se estrenan Joker —ganadora del festival de Venecia— y las series de televisión Pennyworth, Titanes y Batwoman. Es el año Batman, aunque curiosamente en el audiovisual no aparecerá Batman en activo.

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