LÁPICES una historia de color

CURIOSIDADES Y ORIGEN DEL LÁPIZ A COLOR

La primera tentativa de fabricar los palillos del grafito pulverizado se llevó a cabo en Núremberg, Alemania, en 1662. Para ello se utilizó una mezcla de grafito, y sulfuro de antimonio. Pero fueron dos italianos los primeros en idear la sujeción de madera para el lápiz y cuyo oficio era la carpintería. Simonio y Lyndiana Bernacotti,  idearon una versión del lápiz actual que tenía una forma chata, y más compacta, utilizaron un palillo ahuecado de madera .

En el s. XVI  químicos ingleses estudiaron el grafito mineral descubierto, y dedujeron que se trataba de alguna forma de plomo, y lo llamaron plumbago. Este plumbago era en realidad grafito, un compuesto a base de carbono, por lo que ese compuesto denominado  plumbago, en realidad no tenía ni una sola molécula de plomo. Los primeros lápices instrumentales en barra y con recubrición de cordel se comercializaron en Inglaterra.

El grafito se introduce entonces en Europa principalmente en Francia, durante el reinado de Luis XIII, pero estaba lejos de ser popular. Más tarde se hallaron otros depósitos de grafito, que no poseían la misma pureza y calidad que el descubierto en Inglaterra. Por ello, debían ser sometidos a procesos de depuración para eliminar impurezas y así dejar sólo el polvo de grafito.

Inglaterra continuó disfrutando del monopolio del mineral y su uso en el armamento hizo que se controlara y reglamentara su extracción. En 1792 se rompen relaciones entre Francia e Inglaterra y con ello la importación del grafito. La escasez del mismo hizo que se realizaran intentos por reproducirlo pero no hubo éxito, mezclaban grafito con colas que se endurecían al fraguar.

Será en pleno periodo de guerra por orden de Napoleón, cuando se encargó Jacques-Nicolás Conté,  que fabrique las barras de grafito. Conté mezcló grafito con arcilla húmeda en distintas proporciones, y consiguió rodear las varillas endurecidas por madera de cedro, comercializadas por primera vez como lápices.

Reino Unido tras la revolución industrial se sitúa como país de innovación en la fabricación de lápices

En Reino Unido este proceso culminó con la fabricación del primer lápiz  en el año 1832. Hoy subsiste la marca Derwent con una amplia gama de productos representantes de esta historia. Los lápices cuadrados tan característicos ingleses continúan haciéndose con palillos cortados de grafito natural como desde 1860. En la ciudad de Keswick, cercana a la zona del hallazgo original del bloque de grafito, se halla el Museo del lápiz.

Hay quien sitúa los primero lápices con el austríaco Josef Hardtmuth, que ideo mezclar la arcilla con polvo de grafito, formando unas minas que luego  cocería, para sumergirlas después en un baño de cera para que el grafito dejara rastro sobre el papel. Añadiendo las cantidades adecuadas de arcilla a la mezcla, pudo determinar el grado de dureza del lápiz, y en 1792 fundó su propia empresa en Viena, cuya producción sigue existiendo hoy en día.

En Centro Europa surgen fabricas especializadas en la fabricación de lápices de alta calidad como Koh I Noor.

Por lo tanto la tradición comenzó en 1890 cuando la L&C Hardtmuth Company de Austria-Hungría introdujo su marca de fábrica Koh-I-Noor, Fue pensado para ser el mejor lápiz y más costoso del mundo, decidieron entonces marcar una distinción, la mayoría de los lápices eran pintados en colores oscuros o no eran pintados en absoluto, los de Koh-I-Noor fueron de color amarillo. Fue tan importante que otras compañías copiaron el tono amarillo de modo que sus lápices fueran asociados a esta marca de fábrica de alta calidad. La producción actual de la marca se lleva a cabo en  República Checa bajo el nombre de  “Koh-I-Noor de Hardtmuth”. 

Otra versión explica que el lápiz, conocido en todo el mundo, es originario de Nuremberg, en concreto el fabricante Lothar von Faber de Stein. Fue el primero en Alemania en utilizar modernas técnicas de fabricación y de esta forma convirtió el lápiz en un bien común.

Hasta la fecha, las empresas de Nuremberg tales como Faber-Castell, Staedtler y Lyra son líderes absolutos en la producción de lápices. En 1760, el químico Kaspar von Faber, artesano de Baviera, Alemania, mezcló grafito con polvo de azufre, antimonio y resinas, hasta que dio con una masa espesa y viscosa que, convertida en varita, se conservaba más firme que el grafito puro.

La empresa fundada en 1761 por el ebanista Kaspar von Faber que montó un negocio cerca de Núremberg y de este modo colocó la piedra fundamental del actual grupo Faber-Castell. Pero el paso decisivo se daría en 1839.  Lothar Faber fue el responsable de la existencia del lápiz en su forma y calidad actuales, y estableció las normas respecto de la longitud, grosor y graduación del lápiz.

Otra familia Staedtler ya se encarga de la producción de lápices en 1835, y ya en 1662 aparece por primera vez en los libros de registro de la ciudad,  F. Staedtler como artesano de lápices. Hacia el año 1840, J. S. Staedtler ya fabricaba 63 tipos de lápices.

La aportación de varios países marcaron el desarrollo del lápiz tal como hoy lo conocemos

Otra empresa que formaría parte de esta larga historia es Lyra, la fundó Johann Froescheis en Núremberg en 1806, y se considera una de las Marcas de lápices más antiguas del mundo. La Segunda Guerra Mundial provocó la destrucción del 85% de la empresa, a causa de los bombardeos. Sin embargo, gracias a la dedicación de sus operarios, la reconstrucción llevó sólo dos años. Tras un difícil período posguerra, Lyra reanudó su crecimiento con la fabricación de productos siempre de altísima calidad, aplicando métodos eficientes y manteniendo un gran respeto por el medio ambiente.

Por último debemos mencionar a los Lapices Caran d`Ache, El nombre Caran d`Ache, fue el seudónimo utilizado por Emmanuel Poiré, caricaturista francés del siglo XIX . “Caran d’Ache” proviene de la palabra rusa karandash, que significa lápiz (del turco kara tas, “piedra negra”) A modo de homenaje a la figura de Caran d’Ache, se pone su nombre artístico a la casa fundada en 1924 en Ginebra, que conserva el prestigio  de la única manufactura suiza de lapiceros y de exclusivos instrumentos de escritura. Cerca de Ginebra, en Thônex, nace la fábrica de Caran d´Ache, que  produce una gama de instrumentos de escritura como lápices, plumas, bolígrafos, portaminas y accesorios.

En definitiva, como en todos los descubrimientos del ser humano, en el caso del Lápiz de grafito primero se descubrió el mineral y luego se halló su aplicación. En cuanto a su creación podemos decir que fue un aporte logrado por varios países casi al mismo tiempo, los ingleses descubren el grafito, los italianos aportan la idea de la madera para sostener la barra de grafito. Los franceses y alemanes la manera de endurecer el grafito con arcilla, los americanos el modelo productivo, y los alemanes montando grandes empresas que perduraran a través del tiempo optimizando y modernizando su producción.

LÁPICES COLOR

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