En la pintura al pastel se utilizan barritas secas de colores similares a la tiza, sin ningún agente pictórico líquido, que se aplican sobre una superficie rugosa. Los pasteles se componen de pigmentos para pintar con tiza, arcilla o yeso para aglutinar, lo que proporciona un trazo suave, liso y fácil de espolvorear. Un pastel bien creado ofrece frescura, colores que penetran suavemente, sin brillo, y una superficie brillante.
Cada color se aplica individualmente, por lo que es importante disponer de una gama cromática adecuadamente amplia. La conservación del polvo que se desprende de la superficie es posible con un fijador especial o un marco de cristal con paspartú, que aísla el papel del cristal. La gama de productos está disponible en 119 colores de pasteles secos Renesans de forma individual o en juegos de 12, 24, 36, 48 y 99 colores.
- -15%