Introducimos los diferentes aglutinante para la aplicación a trabajos de artista.

Aglutinantes para bellas artes. Desde que el hombre tiene consciencia de representación utiliza sustancias naturales y minerales para acometer sus trabajos. Aunque esa búsqueda  se mantuviera a lo largo de los siglos, evolucionaron y cambiaron hacia medios más complejos y útiles. Una gran aportación a la historia de la pintura fue la aparición de los aglutinantes, medios o vehículos  necesarios entre las partículas del pigmentos y la superficie a revestir. Ese medio acuoso o gelificado permite la aplicación de la pintura y su mejor adaptación a la superficie, y determina una mejor conservación en el tiempo. Dependiendo de la función específica a desempeñar en su mezcla, deberá tener unas cualidades físicas concretas. Entre ellas, debe proporcionar cohesión a las partículas de pigmentos, y que a través de sus capas se adhiera en el soporte, para ello debe tener cualidades adhesivas y cohesivas, son las que se conocen como cualidades filmógenas.  

Los aglutinantes clásicos lo conformaban aceites y diluyentes de origen natural, que se aplicaban a los pigmentos existente.

Destacar que todo aglutinante debe tener estabilidad, es decir, durante el periodo de aplicación y secado no debe tener alteración alguna. Debe tener propiedades secativas, consiguiendo que el medio pictórico posea dureza y flexibilidad. Esto garantizará la perdurabilidad en el tiempo, su paso del medio líquido o semilíquido al sólido.   El conocimiento los materiales, nos permiten conocer y diferenciar técnicas como el temple, el óleo, las mixtas, y las modernas... entre las que destacamos las acrílicas, con polímeros sintéticos.

El temple fue la técnica pictórica más frecuente para la policromía de talla, pintura mural o en tabla durante el medievo y el renacimiento. En esta técnica el medio aglutinante casi siempre será la yema de huevo disuelta en agua, con al salvedad de la pintura mural, donde el propio aglutinante lo conforma la superficie mural ( hidróxido de calcio + arena). El óleo se convertirá tras la Edad Media en la técnica reina, su uso lo generalizó JanVan Eyck a mediados del s. XV, y fueron los pintores posteriores los que aplicaron la técnica con diversas peculiaridades, pero mantuvieron la esencia del material. El óleo se conforma de un aglutinante aceitoso, el más común el aceite de linaza, aunque también se utilizaron aceites más caros como el de nueces.

El temple fue la técnica reina hasta la aparición del óleo en Europa

  Otras técnicas pictóricas de obligado nombramiento son la acuarela y el acrílico, ambas hermanadas por su medio de disolución. La acuarela tiene tantos años como el papel, pero pasará de ser una técnica complementaria y preparatoria, a una disciplina al alza en la actualidad. Fueron diversos artistas británicos tras sus viajes por Europa durante el XVIII " la Gran Tour", los que generalizaron la técnica  por todo el continente.  A diferencia del acrílico, se puede encontrar no solo gelificada, también en pastilla para su posterior disolución, teniendo como aglutinante la goma arábiga.  

El acrílico es otra de las técnicas más prolíficas de nuestro tiempo. Su origen se sitúa en Alemania y EE.UU durante la primera mitad del s. XX, y se desarrolla con un gran éxito en la década de los 60 y 70 por diversos pintores americanos que popularizan su uso. Su medio aglutinante es la emulsión en polímeros, conocido en el mundo comercial por acetato de polivinilo, aunque son múltiples las resinas y medium que se encuentran en el mercado. De este medio dependerá una mejor permanencia en el soporte y su resistencia al tiempo.   Conocer las características y ventajas  de los materiales que se emplean, se convierte en imprescindible para adecuar nuestras necesidades creativas a un buen resultado, y lo más importante al inicio de una afición o profesión fructífera.

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https://www.arte21online.com/es/378-barnices-mediums-y-diluyentes

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