Pintura pastel, Origen y desarrollo.

El pastel es una técnica muy antigua que se conoce desde tiempo inmemorables.

La pintura al pastel sitúa su origen a finales del s. XVI en Italia y Francia, donde tiene un gran desarrollo, alcanzando su época dorada durante el XVII. La técnica pastel tuvo una finalidad auxiliar o complementaria, se utilizaba complementariamente a los dibujos para colorear e imprimir vida a las figuras. Era una técnica bien acogida por artistas como su impulsor Perréal, Charles Le Brun, o R. Nanateuil, será en su modalidad de retrato donde alcanzará su cénit histórico. También artistas como Quentin de la Tour, que en el siglo XVIII será conocido como "el príncipe de los pastelistas",  o R. Carriera exponente de obras de envidiable sutileza y elegancia. La técnica mixta con gouache daba a los artista de la época mayores posibilidades técnicas, y permite una mejor conservación de la obra. 

En EEUU el pastel surge con fuerza, llegando a crear una asociación sobre la técnica.

El pastel como técnica cayó en desuso tras la Revolución francesa, se asimilaba como símbolo del Antiguo Régimen. Durante el Neoclasicismo será la técnica al óleo la de mayor difusión. La técnica del pastel no volverá a tener la importancia  de siglos anteriores, solo artistas impresionistas destacados como Degas o algunos Nabis utilizaran esta técnica. En otros países tardaría décadas en llegar, tendría tal repercusión, que en países como  EEUU surguiría la Sociedad de dibujantes al pastel. Como figura destacable Mary Cassatt,  precursora que introdujo la técnica en las principales ciudades del país. 

El pastel pertenece a las llamadas técnicas secas, como el lápiz se aplica a la base de superficie, consiguiendo colores que reproducen texturas, matices y luces. A diferencia de técnicas como la acuarela o el óleo , no utiliza disolvente químicos ni acuosos, lo que determina rapidez. El soporte suele ser papel de buen gramaje y media rugosidad, aunque por su versatilidad, el pastel permite utilizar multitud de superficies.

La superficie ideal para pastel es un papel poroso que recepcione el pigmento uniformemente.

Era el medio de moda para pintar retratos, y como apuntábamos con anterioridad era una técnica complementada con mixta de gouache. La pintura al pastel tiene una calidad excelente, se suele tratar con barritas o lápiz , compuestos de pigmento y goma de tragacanto como aglutinante. Con ello se consigue un aspecto aterciopelado, sutil, vivo y atractivo a la retina. Podemos aseverar que de todas las técnicas conocidas, el pastel es la que mayor cantidad de pigmento posee, claro está si partimos de primeras marcas en materiales de calidad, donde el aglutinante es contenido es su justa medida. Como técnica seca carece de sustancia líquidas orgánica, lo que curiosamente corre a favor de lapreservación de estas obras, pues la oxidación es nula, no alterando el posterior aspecto de la pintura, y consiguiendo en el tiempo un aspecto casi inalterable con respecto al inicio.

Suele ser una técnica sobre papel,  que requiere protección en cristal, al igual que la acuarela, el dibujo, el grabado. El pastel es una materia alterable al desgaste y al tacto, y ofrece un grado de alteración importante por humedad. El uso de cristal lejos de ser un inconveniente, se convierte en un elemento importante en la posterior conservación de la obra. El pastel puede encontrarse en lápiz y barra, y puede variar su dureza, determinando su cubrición y difuminado en el medio. Siempre en un soporte poroso y de cierto gramaj, como soportes textiles, madera, papel e incluso diferentes cartones. Es importante la estabilidad del soporte, en el caso de la madera que posea una cierta imprimación, que permita fijar el pigmento con mayor calidad.    En la próximo entrada trataremos ventajas y usos de esta técnica, además de destacar las diferentes marcas y tipos de soportes

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